Una Joven Luchadora

 Hola,  me llamo Alberto, tengo 25 años de edad y soy de un pueblo llamado Dúrcal, Granada. Y ahora mismo estoy en la habitación de estudio de mi casa.

Yo tendría 12 años cuando me enamoré de una dulce chica de unos 14 añitos. Se llama Lorena y era una morena preciosa, sus ojos eran marrones, de estatura media y a pesar de todo siempre estaba ayudando a su primo que tenía una parálisis cerebral, y se lo llevaba con ella, fuera a donde fuera; No le gustaba verlo en su habitación encerrado  todo el día, junto a su ventana, mirando a la gente pasar de un lado a otro,  casi siempre hacía el mismo recorrido con su primo.: primeramente se lo llevaba a la biblioteca y se pasaban dos largas horas luego, el resto de la tarde o se iban a casa de su mejor amiga o se dirigían directamente al parque del pueblo, hasta las nueve de la noche.

Pasaron dos años y un día, ella faltó a clase, (era muy extraño que ella faltara,), salí de clase ese día y me dirigí a la casa de su primo, la ventana estaba cerrada ;algo raro pasaba, sentí curiosidad y toqué el timbre una y otra vez, nadie salía, estuve un buen rato esperando  sentado junto la puerta de la casa, no lo pude  resistir y fui a la casa de la  mejor amiga de Lorena, le toqué el timbre, me salió su amiga y le pregunté:


-          ¿Sabes algo de Lorena y de su primo? Le dije.

-          Si, me contestó

-          ¿Ha pasado algo grave? Le pegunté.

-          Tuvieron que llevar a su primo  al hospital. Me respondió

-          ¿Me dices el número de su habitación para ir a visitarlo?

-          ¿Por qué? ¿lo conoces de algo? Me preguntó con mucha curiosidad.

-          No, pero me gustaría conocerlo me parece un buen chico. .

-          Si, lo es, y Lorena me dijo que ya forma parte de su vida.


De repente la solicitaron diciendo:


-          ¡Mari Tere, ayúdame! – Dijo Lorena


Me quedé pensando.  ¿Por qué  quería engañarme, si no había hecho nada malo? Me di la vuelta y empecé a caminar lentamente,  dudando, entonces  escuché que me llamaban   a lo lejos. ¡Alberto!


Me giré y era ella, tan hermosa como siempre, nos fuimos acercando poco a poco y a partir de esa misma noche comenzamos una linda amistad; Decidimos dar un tranquilo paseo por el pueblo, íbamos los tres tranquilos ,sin Mari Tere porque tuvo que quedarse en su casa estudiando, ya que tenía varios exámenes al día siguiente. Nos fuimos caminando hacia el parque y justo detrás había  un bar llamado "La Estación", entramos  y mientras tomábamos unos refrescos junto a unas deliciosas tapas, me fijé en algo esa noche, que yo nunca había visto antes, fue verle  y oírle una carcajada a su primo, me sentí bien de verlo; a Lorena se les escapó una lagrimita de alegría, me cogió de la mano que tenia encima de la mesa y noté como me la acariciaba  con las yemas   de sus dedos ,lentamente y con mucha suavidad, quise besarla pero algo me lo impedía, no sabia el porqué, a lo mejor era nuestra diferencia de edad.


Ya era algo tarde y teníamos que ir a la escuela al día siguiente, en el camino de vuelta noté a Lorena agotada, parecía que le daba vergüenza pedirme que la ayudara, pero me anticipé a que ella me lo pidiera, el primo iba demasiado serio y empecé a gastarle bromas y se animó, ya habíamos llegado a la casa de su tía y me pidió que me esperara cinco minutos porque me quería comentar algo:

-          Muchas gracias por el paseo, últimamente ningún chico me había invitado. Me dijo

-          Tranquila por mi parte no será la ultima, y más por tu primo. Le dije

-          Es que casi ningún chico aguanta un paseo con él y si lo rechazan a él, a mí me tendrán que olvidar aunque a veces me duela. Me dijo


Me quede mirando sus labios, en ese momento se los humedecía y luego se le escapó un pequeño mordisco en la parte inferior del labio, empezó a acariciar los dedos de mi mano izquierda mientras daba un pequeño paso hacía delante. Mi cuerpo empezó a vibrar, creía que todo era un sueño y si no era así, tenía que frenar rápidamente la situación, cerré los ojos y empecé a contar hasta diez, no había pasado ni tres segundos, noté como si me pusieran una nube esponjosa de algodón en mis labios, abrí mis ojos y retiró su rostro de mi cara, la vi segura y relajada, acaricié su cara y nos despedimos rápidamente:


-          ¡Hasta mañana! - Le dije.

-          Mañana intentaré asistir a clase pero ahora mismo no tengo a nadie con quien dejar a mi primo. Me dijo.

-          Y… ¿Por qué no lo llevas a la escuela? Le pregunté.

-          Me llamarían la atención y se burlarían de él, ya cogió una depresión y me niego a que vuelva a caer en otra. Me respondió.

-           Vale. -Le dije.

 

Estaba algo molesta, no le parecía buena idea llevárselo con ella a la escuela, a mí no me parecía tan mala y sólo me quedaba una opción: hablar con su primo:

 

-          ¿Me dejas hablar con tú primo a solas un minuto?- Le pregunté.

-          Vamos entra.-, Me dijo.

Entré en la casa donde vivía su primo, era una casa típica de Andalucía ,con sus azulejos, sus muebles antiguos…Tuve que  pasar por la sala de estar, se encontraba allí, sentada, con su cena encima de la mesita, era la madre de su primo y con mucha simpatía se dirigió a mí.


-          ¡Hola hijo!-. Me dijo la tía.

-          ¡Hola señora!, soy un amigo de Lorena y de su hijo.- Le dije.

-          ¡Hola Tití!! este es un amigo de la escuela y se llama Alberto. -Dijo Lorena.

-          ¡Eres muy guapo!-Me dijo la tía.

-          Gracias señora y usted también!- Le contesté con mucho aprecio.

-          Bueno, mi primo te espera en su cuarto. Me dijo Lorena

Entré en su cuarto tenía la música en un tono relajante, con un libro de 2º de Bachillerato era sobre lengua, en ese momento me senté en una butaca al lado de su cama:

-          ¿Qué haces?-Le pregunté.

-          Repasando algunos temas.- Me respondió seriamente.

-          ¿Y a ti quién te de clases? -Le pregunté.

-          Un tutor de la escuela.-Me respondió sin despegar su mirada del libro.

-          ¿Y los exámenes, cómo los haces? Mi curiosidad aumentaba cada vez más pero mis preguntas parecían más pesadas.

-          Mi prima se encarga de traerlos y llevarlos, así con todos los trabajos.-Me respondió.


Su habitación tenía póster de sus compañeras de clase, estaban vestidas de diferentes maneras, con trajes de noche, bikinis, etc. Me quedaba una última pregunta por hacerle y animarlo a que asistiera a la escuela, crucé los dedos y me lancé a ello:



-          ¿Te gustaría ir mañana a clase?- Le pregunté.

-          Si, pero mi enfermedad no me lo permite y se reirían de mi.- Me respondió desmotivado.

-          Eso no pasará si Mari Tere, Lorena y yo estamos contigo.- Le dije animándole.

-          …Pero, no estoy muy seguro de ello. Me respondió algo preocupado.

-          Por favor, vete, te tienes que relacionar con tus compañeros, he observado que te quieren mucho.-Le  dije

-          ¿En serio?- Me preguntó.

-          Si, todos esos pósters que tienes de chicas, son tus compañeras de clase. -Le respondí.

-          ¡Si!.- Respondió muy sorprendido.

Se quedo callado y muy emocionado, casi no se lo creía del todo y llamó con rapidez a Lorena:

-          ¡Lorena, Lorena!- La llamó.

Enseguida apareció ella, se acercó y le dio dos besos que se oyeron hasta en la casa del vecino:

-          ¡Dime amor!-Dijo Lorena con una sonrisa.

-          ¿Quiénes son las chicas de los pósters?- Le preguntó el primo.

-          Son tus compañeras de clase.-Respondió Lorena con naturalidad.

-          ¿Me lo han mandado ellas?- Su primo preguntó algo extrañado.

-          Si.- Respondió Lorena.

-          ¿No te importa llevarme mañana a clase?- Le preguntó su primo.

-          No me importa ¿pero estás seguro de ello? Respondió y preguntó con Si primita. -Le Respondió su primo.

-          un pequeño temblor en el cuerpo.

-          ¡Pues,…duérmete! que mañana hay que levantarse temprano. -Le dijo dándole un beso en la frente.

Yo me despedí de él con un abrazo y un beso después salí de su casa .Lorena se quedó en la puerta y antes de partir a mi casa me llamó, me acerqué a ella y me besó otra vez en los labios, fue muy lindo y me fui para mi casa, esa noche tardé en dormirme.


Al día siguiente  fui a la  escuela, en  la escuela había una gran fiesta sorpresa con globos por toda la entrada. La noche anterior estuvieron adaptando sus accesos en algunas zonas de la escuela, parecía que el acuerdo entre el primo de Lorena y yo, había corrido por todo el pueblo. Pasaron dos minutos y aparecieron  Mari Tere y Lorena empujando a su primo, el ambienté estaba tranquilo, como si fuera un día más de clase pero estábamos esperando una señal para dar comienzo a la gran fiesta, era una simple llamada del director al móvil de Lorena, de repente suena el móvil:


-          ¡Hola! ¡Buenos días!, Dígame. -Dijo Lorena

-          Lorena, soy el director, ¡pásame con tu primo!- Le dijo el director de la escuela asomado a su ventana del despacho.

-          ¡Okey, para ti guapo!- Dijo dirigiéndose a su primo colocándole su teléfono en el oído derecho.

-          ¿Sí?- Respondió con mucha firmeza

-          ¡Bienvenido a clase, campeón! ¿Cuál es tu canción favorita?- Respondió el director mientras que rápidamente le hizo una última pregunta.

-          "Zapatillas" del "Canto del Loco". Le respondió.

-          De acuerdo.- Le dijo.

Ya estaban colocadas justo detrás, tres grandes bolsas de globos para soltarlos y empezó a sonar la música, y comenzaron a bailar toda la escuela y los alumnos daban saltos, volteretas etc. Con el permiso de Lorena cogimos al primo y entre todos juntos le enseñamos toda la escuela. Él iba feliz parecía que su sueño se hizo realidad, a partir de ese día Lorena se levantaba temprano y se encargaba de que su primo y ella estuviesen listos para ir a la escuela, iba siempre cargada de materiales y a la vez llevaba  a su primo a fiestas y a asaderos con sus compañeros de clase, y, con el paso del tiempo fuimos inseparables.

Un día, salimos del pueblo a pasar el día en la ciudad, fue muy divertido mientras recorríamos a pie la ciudad de Granada llegamos a ver cosas muy interesantes, como la casa de San Juan de Dios o la Alhambra, con sudor y esfuerzo pudimos lograr que viera el monumento al completo. Ese día fue agotador, entre tantas escaleras que había que subir y bajar pero su primo no se fue sin verla, se le veía una sonrisa a Lorena y a él, de vuelta al pueblo., Mari Tere suspiró mientras le acariciaba el cuello al primo de Lorena, parecía cómoda y relajada, lo miró fijamente y les brillaron los ojitos, al parecer se había enamorado de él pero no se atrevía a decírselo. Ya habíamos llegado al pueblo y no sabíamos la trágica noticia que nos esperaba, llegando a la casa de su primo, se apreciaba un comportamiento incómodo entre los vecinos, susurraban algo, ¿Llevaba algo pegado en mi mochila? O ¿Tenía los pantalones rotos y no me había enterado antes? Algo extraño sucedía.


La madre de su primo no se encontraba en su casa, algunas cosas estaban tiradas por los suelos, el teléfono descolgado, Lorena se puso nerviosa porque parecía que hubo un atraco y salió a la calle a respirar profundamente, en ese momento se le acercó un vecino y le comentó que esa tarde había fallecido su tía camino al hospital, se le vino el mundo encima y la única solución que se le ocurrió fue llevárselo a casa de Mari Tere, a pasar esa noche. Lorena tenía que aguantar el llanto y entrar a la casa para coger algo de ropa, fue  hacia el teléfono, mientras me hacia una seña para que sacara a su primo de la casa para ella poder hablar con Mari Tere:


-          ¡Dígame!-Dijo la madre de Mari Tere.

-          ¡Hola!, Buenas noches, soy Lorena! ¿Está Mari Tere?-Le dijo Lorena.

-          ¿Si, espérate un momentito que enseguida se pone! -Respondió la madre de Mari Tere.

En la espera estaba respirando profundamente y cogió el teléfono su amiga.

-          ¡Dime Lorena!-Dijo Mari Tere.

-          ¿Mari, me puedo quedar esta noche en tu casa con mi primo?

-          Si, te noto algo preocupada. ¿Ha pasado algo? -Le dijo Mari Tere extrañada.

-          Ahora en tu casa te cuento. -Le respondió Lorena.

-          ¡Vale, hasta ahora!. -Le dijo Mari Tere.


A llegar a casa de su amiga, ésta ya tenía las camas listas, Lorena cogió el pijama de su primo para darle una ducha, prepáralo y acostarlo, y así  poder contarle lo sucedido. Mari Tere al  enterase de la noticia abrazó a Lorena y estuvieron chalando durante un buen rato .Me fui mal herido para mi casa, haciéndome una pregunta. ¿Qué pasaría con el primo de Lorena? La respuesta se encontraba en el aire. Un día Lorena decidió pasar por la casa de su tía a mirar el buzón para ver  si había llegado alguna carta, solamente se encontraba una, era de Asuntos Sociales que anunciaba el día y la hora de la recogida de su primo para llevárselo: Lorena se asustó y  fue rápidamente a contádselo a su madre para que lo impidiese, pero su madre no quería  comprometerse con el primo de su hija. Lorena estaba disgustada al ver la reacción de su querida madre.


Lorena se veía en el ojo de huracán y miró atentamente la fecha establecida de la recogida y solo le quedaban tres semanas, se veía obligada a estudiar profundamente la situación hacer algo para que no se lo llevaran, cogió su teléfono y llamó a Mari Tere ,diciéndole que se hiciera cargo de su primo esa noche para ella poder buscar información en internet   y hacerse con la custodia de su primo; Mari Tere no le importó hacerse cargo de su primo, era un placer y le faltaban  pocos días a  ésta para que cumpliera la mayoría de edad; Esa noche comprendió a Lorena, todo el cariño que dedicaba a cada instante  de su vida y sintió un escalofrió por su espalda, al parecer se había enamorado apasionadamente. Pasaban los días y las horas, y aún no encontrábamos la solución, Lorena seguía luchando contra el ojo del huracán eran olas de casi 12 ó 14 metros de altura, ya  sus fuerzas no eran suficientes para combatir, me vi obligado a charlar con Mari Tere, decidí dejarme ver  después de clase, en  su casa .Después de una larga charla sacamos una única solución que el primo permaneciera escondido en casa de Mari Tere, al cabo de una hora llegaba Lorena sonriente y con su rostro algo cansado ,parecía que acababa  de tener  una discusión con su madre, Mari Tere y yo teníamos que decírselo, Lorena se dirigió lentamente dando pasos muy silenciosos y precisos mientras observaba fijamente a su primo, Mari Tere se levantó del sofá y tomó la mano de su amiga y se la llevó a su habitación y le comentó lo que habíamos acordado, miró hacia el techo pidiéndole gracias al señor,; le escondimos durante varias semanas en casa de Mari Tere; Una  tarde Lorena llegó a casa de su queridísima amiga como era habitual, se dirigió a su primo para entregarle sus  deberes se dispuso a  abrir la puerta y miró  a través de una rejilla, vio a su amiga besando con mucha pasión a su primito, faltaban tres días para cumplir los dieciocho años, Lorena decidió no entrar por respetar su intimidad; Se sentó en la cocina y la madre de Mari Tere la invitó a tomarse una taza de café:


-          ¿Cómo te van  los estudios? – Le preguntó  la madre de Mari Tere.

-          Muy bien, gracias ¿Te ha molestado mi primo hoy?-  Le respondió Lorena mientras le hacia una breve pregunta.

-          No, tu primo no molesta.- Respondió la madre de Mari Tere.

-          Cualquier cosa me lo comenta.- Le dijo Lorena.

-          Tranquila que tu primo se está  comportando como un caballero y no me extraña que Mari Tere esté, locamente enamorada de él.-Le comentó la madre de su amiga.

-          Ya la vi antes besando a mí primo.-Le dijo Lorena.

Esa misma noche Mari Tere pidió la mano del primo a Lorena:

-          Lorena, te quiero pedir una cosa.-Dijo Mari Tere.

-          ¿Dime?-Preguntó Lorena.

-          Lorena, no es fácil decírtelo pero… quiero casarme con tu primo. -Le dijo Mari Tere con una lágrima saliendo de sus ojitos.

-          ¿Estás segura? -Le preguntó Lorena.

-          Sí, nunca he estado más segura. -Le respondió Mari Tere.

-          Sólo si lo vas cuidar con cariño y con mucho amor. -Le dijo Lorena con seriedad.

-          Lorena, a tu primo lo quiero con locura, y es el primer hombre que me ha llegado al corazón  y no lo voy a dejar escapar y mucho menos que me lo quiten de mi lado.- Le dijo Mari Tere


Se dieron un abrazo y vio Lorena que lo mejor era eso y que lo iba a tener cerca, desde entonces llevaron a cabo su boda, Mari Tere ya era mayor de edad para poder casarse, fueron a la ciudad a comprarse los trajes de su boda, dieron fecha para un mes y medio para el enlace, fue a la iglesia del pueblo para pedir día y hora. Se acercó el día  del enlace, la madrina fue Lorena  y llevaba un traje de lo más lindo. En la iglesia, el primo ya se encontraba en  el altar esperando a Mari Tere, parecía nervioso, no le quitó la mirada en ningún segundo, se le hizo largo el evento celebrado en la iglesia del pueblo.


Todo fue sobre ruedas, no se podía entender que con el poco tiempo que se organizó  el evento, los invitados se fueran muy emocionados y sorprendidos por el buen servicio prestado de cara  a ellos dos, se casarón y actualmente Lorena y yo vivimos juntos con dos niños maravillosos.                                                                                                            

                                                                                                                                                                                                              Jesús Luján Martín

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