Nueve Años Después... (♦️♦️) 🔞


El domingo 13 de marzo he vuelto a acudir a una casa de citas. Hubo un tiempo que dejé de ir porque me echaba alguna novieta o un rollete suelto, pero tenía la esperanza que eso me hiciera creer que no volvería acudir más. En todos esos nueve años sin ir, tuve un rollo con la chica del pasillo. El trío o la chica de Barcelona, siempre viviendo las relaciones íntimas de maneras distintas, pero nunca llegando a aparcar el coche en el garaje y ya tenía ganas de aparcarlo. De esperar a que aparezca una chica que me guste, me canse de esperar Entonces, hable con una de mis hermanas para que me buscara un sitio a donde ir y ella se movió para buscar algo seguro aunque tenga que pagar algo más y teniendo más tiempo de disfrute.


Entonces, encontró algo a través de una amistad de ella, pero la chica se echó atrás a última hora. La amistad de mi hermana encontró una casa de citas por la zona de Telde, una zona tranquila y segura, o al menos, eso parecía, pero “jeje”, nos perdimos al intentar buscarlo sin GPS. Pasamos por la misma calle cuatro veces, hasta que pillé mi móvil y puse la dirección. Era en el barrio de al lado y dije: “chacho, chacho, chacho”. Tuve que buscarlo yo donde lo encontramos enseguida. Ya eran las 12:15h y bueno, encontramos aparcamiento rápido. Nos bajamos del coche y nos dirigimos a la casa que era muy discreta por fuera y bien arreglada toda su fachada. Vi un pequeño escalón junto a un pasillo donde habían varias puertas de seguridad y tocamos varios timbres. Nos abrió una chica en vaqueros y nos dirigió a una habitación donde había una habitación pequeñita junto una ducha y un lavamanos. En la cama había un espejo haciendo forma de “L” y un colchón en una cama empotrada. Estaba todo bien arreglado y limpio. Han ganado un punto.


El amigo entra conmigo y está más nervioso que yo. La “madame” nos dijo: “ahora vendrán las chicas para que las veas”. Entonces, me quedé en la habitación esperando a que vinieran. Eran cuatro chicas y vinieron una por una: cada una era diferente, pero la segunda me llamó la atención. Era la más discreta a nivel de vestimenta, y a parte, físicamente me “flipó”. Cada una me saludó dándome un beso, menos la segunda. En fin. Vino la “madame” y me preguntó: “¿A cuál aviso?” Sin dudarlo le dije: “la dos”. A todo esto, la amistad de mi hermana se encontraba en la habitación conmigo y parecía más nervioso que yo. Él me decía de escoger la primera o la cuarta, pero yo estaba decidido por la segunda. El me pidió el dinero para pagar.


Me quedo solo en la habitación y los nervios empiezan a aparecer. Era normal tras nueve años sin hacer nada. Al ratito entró la chica que yo había elegido. Me sabía mal por elegir a una pero había que hacerlo. Me quite la mascarilla, me puse en la cama y ella se veía algo nerviosa por si me tenía que ayudar en algo, pero yo le hice ver que no tenía problemas para hacer algo. Ella se quitó el traje donde se quedó en tanga, se me puso delante para que la acariciara y me dispuse a hacerlo de manera suave por todo su cuerpo. Era una chica bajita con la piel blanca y rellenita. Entonces, empezó a desnudarme hasta quedarme sin nada, ella enseguida quisó ponerse de rodillas para empezar a hacerme una “mamada”, pero yo la paré y le dije de colocarnos mejor en la cama para que todo vaya mas fluido. Le dije que se pusiera de rodillas cerca de mi para comerle los pezones e ir calentando todo un poco más. Se me puso a acariciarme el pelo por detrás, me apoyé en la pared y ella se puso en frente de mí y se puso de rodillas. Comenzó a chupar a placer mientras tenía el culo en pompa y pensé: “buf, eso me pone muchísimo”. El movimiento del cuello era cada vez más rápido y yo decía para mi: “En cinco minutos término a este ritmo”. Pasando los minutos, yo seguía aguantando. Ya estaba durísimo y le dije que me pusiera el condón y ella fue a buscarlo y se dispuso a ponermelo. Antes de ponérmelo me mira y me dice: “¿Te lo pongo?” y le contesté “¡¡claro!!”. Me lo puso y se puso encima, pero se tranquilizó la cosa. Pensé: ”uf, gatillazo”. Es lo que suele pasar cuando llevas tanto tiempo sin estar en esta situación. Ella se tumbó de nuevo y se puso a hacer que se me pusiera durísima. La miraba a través del espejo fijándome en su silueta, donde me gustaba verla. Yo me iba poniendo cada vez más cachondo, veía su culo en pompa y ahí, se motivó hasta que pasaron cuatro minutos y le avise de que me iba ya a correr. Fue escucharme ella a mi y aumentó la velocidad hasta que suspiré: “ufff”. Me fui a su boca, se echó hacia atrás, me miró con una sonrisa y me guiñó el ojo.


Ella fue al lavamanos y escupió toda la leche. Me preguntó: “¿Ya?” Y yo pregunte por el tiempo que me faltaba. Me dijo que me faltaban unos diecisiete minutos y yo quise aprovecharlo. Se puso a mi lado y me dispuse de nuevo a comerle los pechos y el micrófono se fue poniendo firme de nuevo. Le dije que aprovechara y se tumbó. Estuvo casi quince minutos cantando, y nada, no me pude correr de nuevo en esos quince minutos. Estaba sorprendido, no pude hacerlo como yo quería pero me lleve la sorpresa del aguante que tenía.


Bueno, volveré a ir el mes que viene y espero que vaya a ir de nuevo. Estuve toda la tarde pensando en lo sucedido por la mañana y estuve palote por la tarde. Que coraje, pero bueno, no pasa nada. Hasta la próxima….



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