Coral y Yo

eguiamos en casa y estábamos casi toda la familia viviendo en casa, bueno mi hermana la mayor se habría ido de casa porque se caso y en aquella época ya tenia a sus dos hijos, por lo cual aun éramos muchos y mi madre como cada mes hacia una gran compra para tirar todo el mes.

Un sábado por la tarde salió mi madre con una de mis hermanas a hacer la comprar mientras dejaban a las otras hermanas en casa cuidándome y demás, todo fue bien, tranquilo hasta que llego mi madre con la compra donde mando a todos a bajarla para que ayudaran, menos yo que estaba rodando por el suelo haciendo no se el que la verdad, pero a mis hermanas y mi madre no pensaron que dejar las bolsas en el suelo iba a ser un peligro conmigo, claro en unas de esas dejaron una botella de jabón Coral de cinco litro fuera de la bolsa, me dejaron solo para ir a buscar mas, decir que ellas tenían que subir y bajar unos noventas escalones para ir a buscar la compra, yo estaba solo y la botella de Coral estaba a mi alcance, yo no se como lo hice pero abrí la botella aquella ¿Cómo? Pues ni idea, yo no tenia la coordinación y ni la fuerza para abrir una botella pesada, pero yo lo hice y la tire al suelo, me dicen mis hermana que me encontraron tirado en el suelo boca abajo nadando los cien metros brazas encima del jabón, no sabían por donde cogerme era casi imposible porque yo estaba envuelto en el y el piso resbalaba, una vez que pudieron cogerme del suelo y de la piscina aquella improvisada, me metieron en la ducha, dicen que estuvieron sacando espuma del jabón una semana, si si, una maldita semana sacando espuma porque a mi se me apeteció nadar un rato. 

De echo ya pasados los años, mi madre y yo nos poníamos a contar estas historias y me decia “No te di una paliza, no se ni de como, pero yo te pillo un dia y veras tu” mientras yo me reia a carcajadas, para después ella reirse y poner la cara de que no haber roto un plato para luego darme un beso.